Cometas…


«Existe una férrea necesidad que encadena al filósofo a una verdadera civilización; pero ¿cómo será posible algo así cuando no exista tal civilización? En ese caso, el filósofo es tan sólo un cometa imprevisible, que parte atemorizado, mientras que en los casos más favorables brilla como un astro de primera magnitud en el sistema solar de la cultura. Los griegos legitiman la existencia del filósofo porque sólo entre ellos no es un cometa».

 

Friedrich Nietzsche (1873), La filosofía en la época trágica de los griegos.